Las razones...

La razón para escribir estas palabras es simple, querer compartir este proceso, largo y complejo, con otras personas que estén buscando una solución a años de dietas sin resultados positivos... en mi caso fueron 12 años batallando contra los kilos y, sobre todo, contra las ganas de seguir comiendo... ésta es mi historia.

jueves, 12 de enero de 2012

Faltan 19 días...

Siempre he peleado contra los kilos, incluso cuando era flaca (de verdad flaca) en el colegio... creo que para las personas que tenemos este problema hay un tema importante de cómo nos percibimos, bueno cuando yo pesaba 57 me encontraba gorda, pero a esas alturas todavía era manejable... tenía 17 años y todas mis compañeritas de curso (o casi todas) pesaban menos, claro eran más bajitas o tenían simplemente otra contextura... en fin... años más tarde, ya fuera de la U y con unos 60 y tantos kilos (que era kilos más y kilos menos dependiendo del año) sucedió algo que me cambió la vida... en 1998 murió mi mamá, de un cáncer de mamas que luego hizo metástasis a los pulmones, ella tenía 45 años, yo 24... la depre que me dio fue heavy y subí como 30 kilos en un año... la comida se transformó en la vía para llenar, literalmente, ese vacío... claro que por supuesto no funcionó y lo único que se llenó fue mi guata.  Con mi estómago acostumbrado a kilos de chocolates (no exagero, kilos) y mucha más comida ustedes comprenderán que de 30 pasamos a 40 kilos extra y así, imparable... luego vivineron las dietas, ejercicios, pastillas (sibutraminas, picolinato, quemadores de grasa, quemadores de hidratos de carbono, y una interminable lista de etcéteras), masajes, acupuntura, más dietas y el resultado siempre era el mismo, bajaba super bien durante un mes más o  menos y de ahí me daba la desesperación y me ponía a comer como enfermita, subiendo más todavía de lo que había bajado o sea el rebote era seguro... (les suena conocido???).
Finalmente y luego de que dos amigas se operaron y bajaron muchos kilos, comencé a pensar en la idea de operarme... pero lo veía como una solución extrema, muy invasiva y con lo cobarde que soy, pensé en evitar llegar a eso, pero aquí estoy, a 19 días de mi manga (si Dios quiere) y contenta de haber cambiado de opinión... ya les contaré cómo se produjo ese cambio y porqué finalmente decidí operarme... 

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