Las razones...

La razón para escribir estas palabras es simple, querer compartir este proceso, largo y complejo, con otras personas que estén buscando una solución a años de dietas sin resultados positivos... en mi caso fueron 12 años batallando contra los kilos y, sobre todo, contra las ganas de seguir comiendo... ésta es mi historia.

martes, 14 de febrero de 2012

La nueva vida

Después de salir de la Clínica con escasas molestias y una cajita de analgésicos que usé muy prudentemente, comenzó una nueva etapa en mi vida.  No sólo porque la alimentación del post es solamnete líquida y eso ya es un enorme cambio, sino que mi ánimo y  mi energía se renovaron absolutamente.

Creo que tuve mucha suerte ya que mi post op fue super bueno, casi ni una molestia, sin náuseas ni vómitos, y muy poco dolor así que todo super bien.  En la Clínica ya toleré bien los líquidos así es que me operé el miércoles y el sábado me fui a mi casa.

El domingo comencé mi dieta líquida, consistente en leches descremadas (leche blanca, con sabor o cultivada) y sopa, en realidad caldo, porque se cuece todo y se cuela así que te tomas sólo el caldito de la sopa.  Eso fue toda la semana pasada y ni un drama. El primer día no era capaz de tomarme un vaso de 200 cc de leche ni un plato de 200 cc de caldo, pero de a poco vas avanzando y lo importante es no forzar la guatita... pensé que esa semana sería terrible, que andaría muerta de hambre o con ansiedad pero NADA!!!  Eso me tiene muy contenta.  

Mi prueba de fuego fue el sábado pasado.  Fuimos a Iloca por el día a pasear con mis suegros y nuestros primos de Stgo, padrinos de mi hijo.  Llegamos a "Donde Gilberto" y todos se sientan y empiezan a pedir puras cositas ricas, llega mi turno y sin mayores explicaciones le cuento al mozo que estoy recién operada y que no puedo comer, saco mi cajita de leche con chocolate y sería todo, cero trauma por parte de él y yo feliz sin hambre aunque con mucha envidia de no poder probar tanta cosa deliciosa que había en la mesa.  Los olores y las texturas de los alimentos me causaron más problema que el hambre que es, hasta ahora, absolutamente inexistente.  

El lunes ya empecé con la segunda etapa del post op que es la de las papillas, al parecer la más compelja de todas porque son 4 semanas comiendo puros "colados" caseros.  Pero lo maravilloso es que puedes incorporar otros sabores como quesillo molido y OJO, con esto vino mi primer condoro.  Me apuré en comer y el quesillo es lo más sólido que había probado hasta el momento, me sentí muy mal y tuve arcadas.  La sensación es como de ahogo, atorada.  En la tarde volví a comer pero más lento y cero drama!!!

La sopa ya no es sólo caldo sino que es un papilla de pollito o pavo o pescado con verduritas.  Para no aburrirse parece que la clave es ir cambiando los sabores.  Yo partí con pollo con orégano, champiñones y espinaca, que descubrí que hincha mucho.  Mañana variaré y haré pavo con zapallo amarillo y porotos verdes.  La idea es que el color y el sabor vayan variando si no, me imagino que este mes se hará tedioso e interminable.

Otra cosa importante son las caminatas.  Es fundamental caminar al principio 20 minutos y después ir subiendo, o hacer ejercicios suaves.  El doc me explicó que puedo hacer todo lo que las heridas me permitan y ya están cicatrizadas y sin parches ni puntos, así que ya me metí en la piscina y de a poco he recuperado la posibilidad de agacharme y sin dolor.  Además ya he bajado unos buenos kilos y eso me hace sentirme más liviana.  La primera semana fueron 5 kilos, que es MUCHO!!!  No me he pesado después de ese primer control así es que no sé cuánto más he bajado pero los pantalones me quedan mucho más sueltos.

Comprenderán que todo esto me tiene muy contenta y motivada.  La operación es de verdad una buena alternativa.  Lo malo es el costo.  Habrá que presionar para que la incorporen pronto al AUGE.

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